Para los productores es muy importante conocer a detalle las enfermedades que ponen en riesgo la salud de sus aves y, en consecuencia, pueden llegar a afectar seriamente su rendimiento productivo. En este espacio ya te hemos hablado de algunas, como la Bronquitis Infecciosa, la Enfermedad de Newcastle, la Coriza Infecciosa, entre otras. Por este motivo, queremos hablar en esta ocasión sobre una afección de prevalencia mundial y altamente contagiosa: la Enfermedad de Gumboro.
¿Qué es la Enfermedad de Gumboro?
La Enfermedad de Gumboro –también conocida como Bursitis Infecciosa, Enfermedad Infecciosa de la Bolsa (IBD, por sus siglas en inglés), entre otros nombres– es una enfermedad viral caracterizada por la inmunosupresión que afecta principalmente a aves jóvenes.
El virus fue descubierto por primera ocasión en el poblado de Gumboro, Delaware, Estados Unidos, en el año de 1962. Este tiene como objetivo el órgano denominado “Bolsa de Fabricio”, el cual es un elemento clave para el desarrollo de los linfocitos B y, por ende, parte importante del sistema inmunológico de las aves.
Se trata de un RNA-virus de doble cadena que no cuenta con “envoltura”. Pertenece al género Avibirnavirus de la familia Birnaviridae. Además, resulta importante señalar que se trata de un virus altamente estable y resistente que puede sobrevivir en el medio ambiente de las instalaciones avícolas por largos periodos de tiempo.
Clasificación del virus de la Enfermedad de Gumboro
El virus de la Enfermedad de Gumboro (IBDV, de ahora en adelante) puede ser clasificado por sus serotipos. Estos son:
- Serotipo 1 – Virus patógeno: Clasificado en cepas clásicas, híper o muy virulentas. Aquí también incluímos a las cepas vacunales y variantes.
- Serotipo 2 – Virus apatógenos
Adicional a la clasificación anterior, del IBDV pueden distinguirse cuatro patotipos, los cuales describen su particular virulencia.
- Cepas de campo suaves y vacunales: Se distinguen por no causar mortalidad o signos clínicos; no obstante, pueden causar daños en la Bolsa de Fabricio, dependiendo de la virulencia.
- Cepas clásicas: Estas provocan una tasa de mortalidad de <20% y todas ocasionan lesiones en la Bolsa. Atraviesan niveles moderados de inmunidad maternal.
- Cepas híper o muy virulentas: Causan una tasa de mortalidad severa de >20% y, de igual manera, todas provocan lesiones en la Bolsa de Fabricio. Pueden atravesar niveles más elevados de inmunidad maternal, comparados con las cepas clásicas.
- Cepar variantes: Estas no expresan ciertos epítopos que sí lo hacen las cepas clásicas. Pueden atravesar niveles aún más altos de inmunidad maternal que las cepas clásicas. Pueden causar una infección temprana, así como una atrofia severa de la Bolsa. La mortalidad que provocan es de <5%.
Signos clínicos de la Enfermedad de Gumboro
La severidad de los signos y lesiones ocasionadas por la enfermedad dependen de factores como:
- Virulencia del virus
- Tipo de ave
- Estado inmune del ave infectada
De esta manera, podemos distinguir dos cuadros clínicos de las aves: Infección aguda clínica y subclínica. A continuación te compartimos los detalles sobre cada una de estas:
Infección aguda clínica
Este tipo de infección provoca un rápido desarrollo de la enfermedad. Las aves con una infección aguda clínica están deprimidas y presentan signos como:
- Plumas erizadas
- Aparecen picoteadas
Por otro lado, la mortalidad y morbilidad comienzan a manifestarse a los 3 días después de la infección y alcanza su cenit para luego bajar después de 5 a 7 días. La mortalidad puede alcanzar el 90%, en el caso de cepas muy virulentas; sin embargo, lo usual es que sus niveles sean de 10%-20%. Cabe destacar que, a nivel de campo, la mortalidad en aves de postura es mayor que en aves de engorde.
Las lesiones que las infecciones agudas clínicas provocan en la Bolsa de Fabricio varían y dependen de la evolución de la enfermedad.
Infección subclínica
Esta ocurre en aves expuestas al IBDV durante sus primeras 2 semanas de edad y cuyos niveles de anticuerpos maternos son suficientes para prevenir la manifestación clínica de la enfermedad, pero no así la replicación del virus en la Bolsa de Fabricio.
Las infecciones subclínicas destacan por la atrofia de la Bolsa e inmunosupresión que generan. Esto aumenta la susceptibilidad de las aves a infecciones secundarias, como aquellas por E.coli.
Por otro lado, contrario a las infecciones agudas clínicas, en estos casos no se observa un pico en la mortalidad. No obstante, las infecciones secundarias aumentan la tasa estándar de mortalidad diaria y generan una mala conversión alimenticia.
Finalmente, la inmunosupresión generada por las infecciones subclínicas pueden generar una mala respuesta a vacunaciones posteriores.
¿Cómo se disemina el virus de la Enfermedad de Gumboro?
El virus que provoca la Enfermedad de Gumboro es altamente persistente en las instalaciones avícolas y sumamente contagioso.
Su transmisión no es vertical –es decir, no pasa de las madres a la progenie a través del huevo; en cambio, esta se realiza de forma horizontal. Las principales vías de transmisión del virus son:
- Heces
- Equipo contaminado (especialmente calzado)
- Materia orgánica
- Alphitobius diaperinus
Por ello, es necesario contar con medidas de bioseguridad para prevenir la propagación de esta enfermedad en los pollos, como la limpieza y desinfección adecuada de las granjas tras un brote, así como la aplicación de programas rutinarios de sanitización sin importar si hubo presencia de la enfermedad o no.
Impacto económico de la Enfermedad de Gumboro
Debido a su prevalencia mundial y a su relativamente fácil transmisibilidad, el impacto económico que la Enfermedad de Gumboro tiene en la industria avícola es notable. Puntualmente este es causado por:
- Niveles de mortalidad directa que pueden llegar a 40%
- Mal funcionamiento del sistema inmune de las aves
- Infecciones secundarias
- Mala conversión alimenticia
¿Cómo controlar la Enfermedad de Gumboro?
El control del virus y la enfermedad deben combinar estrategias de bioseguridad y un buen plan de vacunación.
Respecto a lo anterior, se pueden utilizar los siguientes tipos de vacunas:
- Vacuna inactivada usualmente formulada como emulsión con adyuvante.
- Vacunas con cepas vivas atenuadas del virus de la Enfermedad de Gumboro.
- Vacunas vectorizadas, que utilizan un vector para fortalecer el sistema inmune del huésped vacunado sin efectos indeseables.
También, es importante mencionar que, al no existir un programa de vacunación único para combatir a la Enfermedad de Gumboro, se deben considerar los siguientes factores al momento de establecer uno:
- El tipo de ave a ser vacunada
- El nivel de inmunidad pasiva o maternal
- Uniformidad de la misma
- La situación de la enfermedad en el campo
Recuerda, para contar con una buena protección es necesario que estés bien informado. Por ello, en MSD Salud Animal nos preocupamos por brindarte contenido de tu interés y que te ayudará a tener una mejor producción mientras mantienes la salud de tus aves. Continúa explorando nuestro sitio para encontrar contenido de apoyo relevante y que te ayudará en el desempeño de tu trabajo y el cuidado de las aves.
Fuente: https://www.gumboro.com/
